Viaje a la Cantabria profunda
Aún hoy, en los albores del S.XXI, es posible retroceder
en el tiempo y sentir como se vivía en el siglo pasado en algunas zonas de la
Península Ibérica. Tras las escarpadas montañas y en lo más profundo de
escondidos valles de Cantabria, se encuentran pueblos aislados y separados del
mundo.
Los pueblos han cambiado, y ese aislamiento ya
no es obligado, pero sus gentes parecen resistirse a perder aquellos rasgos que
los caracterizaron en otro tiempo, y que tanto definen su carácter, a menudo
uraño e inaccesible. Y de la misma forma, se resisten a perder sus costumbres,
como el antiguo mercado de ganado de Arredondo.
Mi amiga Ester me invitó a pasar una semana en
esta localidad cántabra, de donde era originaria su abuela paterna y en donde
ha veraneado toda su vida. La visita coincidía con un acontecimiento
importantísimo, el mercado de ganado, que tiene lugar el 1 de noviembre.
Cabras, burros, vacas i ovejas ocupan calles y plazas. Artesanos de la zona aprovechan
también para exponer y vender los productos que ellos mismos elaboran, quesos,
embutidos, miel, dulces, verduras, y todo lo que se tercia.
Obviamente, aprovechamos la semana para
recorrer los alrededores y conocer otros lugares de interés de la zona.
Cantabria bien vale una visita. Es una comunidad bellísima, que esconde muchos
secretos sorprendentes.
Valle del Asón
La Vega de Pas
Palacio de Soñanes
Liérganes
El Capricho (Comillas)
Comillas
Palacio de Sobrellano
Santillana del Mar
Santander
Castro Urdiales