dijous, 22 d’agost del 2013

ISLAS FIJI: Capítulo 2


El Fiji turístico, de las playas paradisíacas, el submarinismo y la diversión, está bien…


 Pero existe otro Fiji más auténtico al que llegan muy pocos turistas…




El otro Fiji



Dicen los locales, que uno no ha estado en Fiji si no ha visitado Levuka, la antigua capital. Decidido a conocerla viajé hasta Suva, la actual capital, y tomé un bus que parte todos los días a la 1 del mediodía. Un par de horas después llegábamos a Natovi Landing, en donde esperamos la llegada del ferry que nos llevaría hasta la isla de Ovalau.


Cuando uno llega a Ovalau ya empieza a anochecer. Una larga y estrecha carretera sin asfaltar cruza toda la isla, desde el embarcadero en donde llega el ferry, hasta Levuka. Era un día gris i lluvioso. Yo, el único turista a bordo. El resto de pasajeros, locales, fueron bajándose a lo largo del camino, delante de sus casas o en pequeñísimas aldeas. 


La densa vegetación en aquellas horas del atardecer le dan un aire tétrico a la isla.  Las enormes cabañas de palma (bures), con el “balambala” que las decora por delante y por detrás, me recuerdan las historias que he leído sobre tribus violentas, guerreras y caníbales con las que se encontraron los primeros exploradores.



Es plena noche cuando el bus alcanza Lebuka, y ya solo quedamos dos pasajeros a bordo. No había reservado alojamiento, pero por la cantidad de turistas con los que había llegado estaba seguro que no tendría problema para encontrarlo. Al lado mismo de la parada del bus se encuentra un “bed & breakfast”, en donde me ofrecieron una cómoda habitación con desayuno por menos de 9 euros. Era el único cliente.

A pesar de la oscuridad, sólo eran las 7 de la tarde. Salí a pasear y enseguida encontré un restaurante muy acogedor, “El cuento de la ballena”,  que servía comida tradicional. Un delicioso pescado con crema de coco, espinacas con berenjenas locales y pastel de kassava, me repusieron después del largo viaje.




La antigua capital


Levuka se convirtió en la capital de Fiji en 1874, cuando este país fue declarado colonia británica y cedido a la Reina de Inglaterra. La escasa dimensión de la isla en la que se encuentra, obligó a desplazar la capital a Suva, en el año 1882. A pesar de los huracanes que han arrasado la isla, Levuka todavía conserva la mayoría de sus edificios coloniales.




Es una ciudad curiosa, que recuerda un pequeño pueblo del oeste norteamericano. Como en las otras pequeñas aldeas de la isla, la vida transcurre plácidamente, sin prisas, sin estrés. 


















diumenge, 18 d’agost del 2013

Islas Fiji: Capítulo 1



El Paraíso al alcance de todos los bolsillos

Unas 333 islas, de las cuales 100 están inhabitadas, forman Fiji, un paraíso bañado por las aguas del Pacífico, y en el que viven menos de un millón de personas.



Desde las Islas Cook, lo lógico es que hubiera saltado a la isla de Niue, Tonga o Samoa, que se encuentran a medio camino de las Fiji, pero no existe conexión aérea. A falta de un barco con el que navegar por el Pacífico, me he visto obligado a volar hasta este país. Desde aquí si hay conexión con las otras islas, aunque hay que ir y volver cada vez, pues tampoco hay vuelos entre ellas…


En Nadi se encuentra uno de los dos aeropuertos internacionales de Fiji, y es el lugar al que llegan la mayoría de los turistas que visitan las islas. Es una ciudad pequeña, pero es la puerta de acceso al destino turístico por excelencia, las Mamanucas y las Yasawas. La mayoría de los turistas se conforman con pasar unos días inolvidables en estas islas.

 Mercado Municipal de Nadi






  
  Escolares en Nadi

Un coco, dos cocos, tres cocos


Un par de ferrys unen las Islas, uno blanco las Mamanucas y otro amarillo, las Yasawas. Unas cinco horas separan el puerto de Denarau, en Nadi, de la isla más lejana, Nacula. El ferry se va parando cerca de las diferentes islas, y los diferentes hoteles acercan con unas pequeñas lanchas a los clientes que deben tomar el barco, y recogen a los nuevos que llegan. Cuando se llega a la playa no queda más remedio que mojarse los pies. Allí, en la arena, espera el personal del hotel con ukeleles, guitarras y cantos de bienvenida.




Los hoteles se dividen en tres categorías. Los de un coco son los más sencillos y económicos, y disponen de “dorms”, habitaciones compartidas, especial para mochileros. Los hoteles más lujosos y más caros tienen, por supuesto, 3 cocos. El cliente elige.



Mi bungalow de un coco en Nabua Lodge, isla de Nacula

Sol, playa, relax y una gente maravillosa


 White Sandy Beach, un coco en la isla de Naviti



 Cuevas
 Caminatas
 "Blue Lagoon"
 "Dorm" en White Sandy Beach, en la isla de Naviti 
 Excelente menú de comida local
 Animación nocturna a cargo de los mismos trabajadores del lodge

 Ambiente familiar


Mis últimos dos días los pasé en el Naqalia Lodge, en la isla de Waya Lailai. Había escogido la opción más barata, un coco y una cama compartida en un dorm, pero como era el único cliente, me pusieron en un bungalow, con porche, salón y baño privado. Además, en todas las comidas, mientras saboreaba los platos locales, verduras y pescado siempre fresco, me acompañaban Toi y Vai con sus guitarras y sus canciones.  ¿Quién puede cansarse del paraíso?



Sentado en el porche de mi bungalow me doy cuenta que podría quedarme aquí para siempre. El paisaje que contemplan mis ojos no podía ser más bello. Una pequeña playa delante, y una montaña de espesa vegetación detrás. Un lugar tranquilo y aislado. Pero en donde viven unas personas sencillas y maravillosamente acogedoras, que nunca escatiman una sonrisa.


Los isleños




 Aldea en la isla de Naviti


 Vecinos de una aldea en la isla de Waya Lailai

El poblado más cercano del Naqalia  Lodge, y en donde viven unas pocas familias, se encuentra a una media hora caminando, por un sendero que sube y baja por densas colinas. Los trabajadores del hotel, todos isleños, usan la lancha para desplazarse de un lugar a otro. Como en el resto de islas, y a diferencia de las que había visitado hasta ahora, aquí no hay ninguna carretera que rodee la isla o permita la circulación de vehículos.




 Caminata a la cima más alta de Waya Lailai




Vinaca, Fiji !!