Navidad en Barcelona
Sentado en mi escritorio y escuchando de nuevo a Mayte Martín, y su “Al Cantar a Manuel” me vuelan los pensamientos a mis últimos días en Australia. Se acerca Navidad y es momento de regresar a casa. Quiero estar con los míos, con mi familia y mis amigos. La gente a la que más quiero.
Con cierta pena, no obstante, dejo la primavera australiana, las playas, el sol y el clima templado que precede al caluroso verano. Vuelo hasta Kuala Lumpur, en donde pasaré cuatro días más. De nuevo en Malasia, con tiempo suficiente para despedirme de algunos de mis amigos y saborear un poco más de su excelente cocina.
Allí tomo mi penúltimo avión, el que me ha de dejar en el frío Londres, en donde, por suerte, me espera Ian, con un buen abrigo. Quería aprovechar la escala para pasear de nuevo por esta ciudad que tantos buenos recuerdos me trae.
Mi amigo me esperaba con un buen montón de sorpresas. La primera, la Casa de Dennis Sever, en el 18 de Folgate Street. Entrar en esta construcción georgiana supone un fascinante viaje al pasado, un experiencia única que permite sumergirse en la manera en como se vivía unos siglos atrás. Muebles, utensilios, comida, olores, luz…
Paseamos por la Tate, para contemplar toda la obra de Gauguin, y una de las obras del artista chino Liu Xaobo, recientemente galardonado con el Premio Nobel de la Paz, y por ello detenido por el gobierno chino. Y finalmente, la casa museo de Sir John Soanes, en el número 13 de Lincoln’s Inn Fields, otra joya imprescindible.
Y también disfrutamos de un buen “Dim Sum” en uno de mis restaurantes favoritos, el Chuen Cheng Ku, una pecaminosa merienda en Maison Berteaux, y un cena ligera regada con champagne en Vertigo 42, a 42 pisos de altura, disfrutando de una excelente vista aérea de Londres.
De ahí, aprovechando que los aeropuertos no estaban cerrados por la nieve, volé, por fin, hasta Barcelona, en donde me esperaba lo mejor…
Bones Festes
Feliz Navidad
Merry Christmas
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