La Palma
De
golpe, la conocida como Isla Bonita, por sus frondosos bosques y bucólicos
senderos, añadió un nuevo atractivo turístico a su catálogo de maravillas
naturales. Frecuentada hasta entonces por los amantes del senderismo, atrae
ahora un público nuevo, más sedentario quizás. Vienen por la curiosidad de ver
en vivo las consecuencias de un desastre natural que se transmitió en directo
por todos los medios de comunicación y que mantuvo en vilo a todo el país.
El
nuevo volcan surgido en la Montaña Rajada, y las dos fajanas que cubrieron
casas, campos y carreteras y que se adentraron varios quilómetros mar adentro,
son hoy uno de los grandes atractivos de La Palma.
Sin duda alguna, esta fue la principal razón por la que escogí este destino para pasar la Semana Santa de 2024. Y este acontecimiento sirvió para que conociera, de paso, una isla absolutamente preciosa, llena de lugares increibles y senderos inolvidables.
Y si la naturaleza es exhuberante y sorprendente, son
igualmente interesantes sus pueblos y ciudades, por los que vale la pena
perderse. Además, las remarcables procesiones y ceremonias de Semana Santa son
un plus inesperado y que pusieron el broche a este corto pero intenso viaje a
esta isla perdida en el Atlántico.
Santa Cruz de la Palma
Como
sólo disponia de 8 días, opté por reservar alojamiento en los alrededores de
Santa Cruz de la Palma, la capital, y alquilar un coche, con el que visitar
todos los lugares de interés. La isla es pequeña y se cruza rápidamente y con
facilidad, aunque las estrechas carreteras, de curvas interminables, del norte
enlentecen un poco el camino.
El
centro histórico no puede dejar de visitarse. De estilo colonial, està repleto
de bellísimos edificios.
Caldera de Taburiente
Es
uno de los grandes atractivos de la isla. Desde allí hay un sinfin de senderos.
En aquellos días, y después de meses de sequía, habia llovido a mares y la
mayoría estaban intransitables. Además nevó y era imposible alzanzar el Roque
de los Muchachos.
Tras
visitar el Centro de Interpretación Caldera de Taburiente, en mi primer día de
ruta por la isla, decidí postponer la visita. Tras mejorar el tiempo unos días
después, conseguía llegar a la Cumbrecita, desde la que se puede realizar una
caminata preciosa. Como el parquing es muy pequeño y hay que reservar plaza con
antelación, lo ideal es hacerse llevar por un taxi. El regreso lo haría a pie.
Al
oeste de la isla se encuentra el famoso volcán de Tajogaite. No se puede
acceder a él todavía, pero si observalo desde muy cerca, al pie mismo de la
fajana de lava que descenció montaña abajo, en la localidadad de Tacande. La
pared de roca volcànica es impresionante. Y el verdor que empezó ya a surgir de
entre las rocas configura un paisaje de una gran belleza natural.
Obviamente,
no podía dejar de visitar la Iglesia de Tajuya, mirador privilegiado desde el
que los diferentes medios de comunicación retransmitian día y noche las
erupciones del volcán y el incandescente descenso del río de lava camino del
mar.
Nuevas carreteras por encima de la lava
Han pasado ya más de dos años y se han construido algunas carreteras que cruzan por encima de la fajanas y unen los dos lados de la isla que quedaron cortados por el río de lava.
Atravesarlas
y obsevar los restos de algunas casas que asoman de entre la lava es todo un
espectáculo.
Crucé
la colada hacia el sur, hacia Puerto Naos, la Playa Charco Verde y el Remo, en
donde puede tomarse un delicioso almuerzo a base de pescado en alguno de los
chiringuitos que hay al lado de la playa.
Zona Norte
El
noreste de la isla depara muchas sorpresas. Mi primer objetivo era el Cubo de
la Galga, desde el que se puede realizar un entretenida y sencilla caminata de
3 horas.
Muy
cerca se encuentra la Playa de Nogales, que no debe perderse. El camino de
descenso a la playa es inolvidable.
Y
como no, el cercano Charco Azul, al que se accede facilmente a pie.
Y el Mirador de La Tosca, desde el que pueden verse multidud de Dragos
Al noroeste no dejen de visitar el Poris de Puntagorda.
Y
de camio al sur, por la carrertera del oeste y a su paso por Tijarafe, vale la
pena detenerse en un mirador espectacular desde el que se ve el volcán de
Tajogaite y la fajana que llega hasta el mar. Un lugar ideal para sentarse a
contemplar el maravilloso paisaje degustando el tradicional BARRAQUITO.
El puerto de Tazarcote
Algo
más al sur se encuentra el puerto de Tazacorte, en donde puede tomarse un barco
que recorre la angosta costa oeste y que se acerca, por el mar, hasta las dos
famosas fajanas de lava del volcan de Tajogaite.
El
paseo de 2 horas permite observar desde el mar el poris de Candelaria, la playa
de La Veta y, de nuevo, el Poris de Puntagorda. Además se permite un zambullido
en las templadas aguas de su mar.
Sur, Tierra de Volcanes
Al
sur de la isla, en Fuencaliente, se encuentra el Centro de Interpretación del Volcán San Antonio. Vale la pena detenerse a tomar un café con dos leches en el
café Zulay y degustar alguno de sus buenísimos y tentadores pasteles.
Tras
visitar este extinto volcán, iniciamos una larga caminata hacia el volcán
Teneguía. Un camino de lava, seco y árido, en medio de un paisaje lunar. Una
bellísima paleta de colores ocres rojos y amarillos, salpidados por el verde de
plantas que se han ido abriendo camino entre la dura roca.