Al oeste de París se encuentran dos bellísimaas regiones de Francia, la Bretaña y la Normandía.
Iniciamos el
viaje en París, “la capital de la luz y el amor”, para dirigirnos hacía Nantes,
a unas 4 horas de la capital, conocida como “ciudad de la fantasía y la historia
industrial”.
Nantes
Nantes es una ciudad vibrante y dinámica situada a orillas del río Loira. Es conocida por su fascinante mezcla de historia, arte contemporáneo y un fuerte espíritu innovador.
Fue la
capital histórica del Ducado de Bretaña y su pasado está fuertemente ligado a
esta región, a pesar de que actualmente pertenece a la región de los Países del
Loira.
Entre las
sorpresas que esconde la ciudad, se encuentra el Castillo de los Duques de
Bretaña. Es el monumento más emblemático. Una fortaleza medieval con un
palacio ducal renacentista que alberga el Museo de Historia de Nantes,
ofreciendo una visión completa del pasado de la ciudad y la región.
Y como no, la impresionante Catedral gòtica de Saint-Pierre y Saint-Paul. O el Passage Pommeraye, una magnífica galería comercial cubierta, un ejemplo de la arquitectura del siglo XIX.
Pero si hay algo verdaderamente encantador, es perderse por el Barrio Bouffay, el corazón medieval de Nantes, con estrechas calles y bellísimas casas con entramado de madera.
Si se
dispone de tiempo es muy recomendable acercarse a la Isla de Nantes, un
antiguo centro industrial y portuario, en donde hoy se encuentra Les
Machines de l'Île (Las Máquinas de la Isla). Es la atracción más singular y
famosa de Nantes. Inspirada en los mundos de Julio Verne (que nació en esta
ciudad) y en su historia industrial, presenta criaturas mecánicas gigantes,
como el Gran Elefante y el Carrusel de los Mundos Marinos. Es un espacio de
creación artística y tecnológica.
También puede visitarse Le Lieu Unique, la antigua fábrica de galletas "LU", convertida hoy en un vibrante centro cultural multidisciplinar.
Obviamente,
también se puede pasear a lo largo de los muelles y ver cómo el río ha moldeado
la historia económica de la ciudad como un importante puerto. Y, por supuesto,
disfrutar de una rica gastronomía con productos del mar, crêpes y galettes, así
como los vinos de la región.
Nantes es una ciudad que sorprende por su dinamismo, su compromiso ecológico (ha sido Capital Verde Europea) y su capacidad para fusionar el patrimonio histórico con una vanguardia artística y creativa.
Vannes
Vannes es una encantadora ciudad medieval y es la capital del departamento de Morbihan. Es conocida por su bien conservado centro histórico, su puerto deportivo y su vibrante atmósfera.
Es una de las pocas ciudades de Bretaña que conserva una gran parte de sus murallas medievales, que datan de los siglos XIII al XVII. Se puede pasear por un tramo de estas murallas y disfrutar de unas vistas preciosas de los jardines que hay a sus pies.
El corazón de Vannes es un laberinto de calles adoquinadas llenas de casas con entramado de madera de colores, algunas de ellas muy antiguas (siglos XV y XVI). En el centro se encuentra La Place des Lices, en donde antiguamente se celebraban torneos y mercados.
También posee
la imponente Catedral de Saint-Pierre, que presenta una mezcla de estilos
arquitectónicos, predominando el gótico. Alberga la tumba de San Vicente
Ferrer, patrón de la ciudad.
Además, Vannes
se abre a un hermoso puerto que da a la bahía de Morbihan, un mar interior de
12 000 hectáreas salpicado de numerosas islas e islotes. Este golfo es
una de las maravillas naturales de Bretaña y un paraíso para la navegación y la
observación de aves.
Carnac
Carnac es
una localidad costera conocida mundialmente por ser el hogar de Los
Alineamientos de Carnac, las concentraciones de monumentos megalíticos
prehistóricos más importantes del mundo.
Se trata de
miles de menhires y dólmenes dispuestos en largas
filas paralelas. Se cree que fueron erigidos entre el 5000 y el 3000 a.C. mucho antes que las pirámides de Egipto.
Las
alineaciones más famosas incluyen Le Ménec, Kermario y Kerlescan. El
Túmulo de Saint-Michel y el Gigante de Manio (un menhir de 6,5 metros de
altura) son otros sitios destacados.
Aunque
existen muchas teorías (astronómicas, religiosas, ceremoniales), el propósito
exacto de estas construcciones sigue siendo un misterio, lo que les confiere un
aura de enigma fascinante.
Es muy
recomendable la visita al Museo de la Prehistoria, indispensable para entender la
magnitud de los alineamientos y aprender sobre las civilizaciones que los
construyeron, exhibiendo artefactos y hallazgos de la zona.
Además de su
riqueza prehistórica, Carnac es también una popular estación balnearia con
hermosas playas de arena fina, como la "Grande Plage" perfectas para
el descanso y las actividades acuáticas.
Concarneaux
Concarneau
es una encantadora ciudad portuaria situada en la costa sur de Bretaña, en el
departamento de Finisterre. Es famosa por su "Ville Close" (Ciudad
Cerrada), una ciudad fortificada medieval que se asienta sobre un islote en el Puerto,
y que es uno de los sitios más visitados de Bretaña.
Originalmente
fue una fortaleza romana, però las actuales fortificaciones datan de los siglos
XIV al XVI. Fue un importante centro de defensa y comercio marítimo.
Dentro de
las murallas, se encuentra un laberinto de calles estrechas y empedradas,
llenas de casas antiguas, tiendas de artesanía, creperías y restaurantes.
En su
interior también se encuentra el Museo de la Pesca, uno de los más importantes
de Francia dedicados a la pesca.
Quimper
Capital de
Cornualles y una de las ciudades más antiguas de Bretaña, Quimper es famosa por
su cerámica y su casco antiguo medieval.
Vale la pena
detenerse, aunque solo sea para ver la Catedral de Saint-Corentin, una
impresionante catedral gótica con vidrieras espectaculares. Su característica
más distintiva es la ligera curvatura de su nave, que muchos atribuyen a la
necesidad de adaptarse al terreno.
Es
recomendable perderse por el Barrio de Locmaria, un antiguo barrio de
alfareros, donde aún se pueden encontrar talleres tradicionales de la famosa
loza de Quimper.
Puede
visitarse también el Museo Departamental Bretón, ubicado en el antiguo palacio
episcopal, y que alberga colecciones de arte y tradiciones bretonas, incluyendo
trajes, muebles y objetos de cerámica.
Y si se
dispone de tiempo, un relajante paseo en barco o a pie por las orillas del río
Odet, el "más bello río de Francia".
Quimper es,
además, un excelente lugar para degustar las crêpes y galettes bretonas en una
de sus muchas crêperies.
Locronan
Locronan es
un tesoro arquitectónico que parece detenido en el tiempo. Clasificado como uno
de los "Pueblos Más Bonitos de Francia", ha servido de escenario para
numerosas películas debido a su autenticidad.
Es un pueblo pequeño, de unos 800 habitantes.
Lo caracterizan sus casas de granito de los siglos XV y XVI, la iglesia de Saint-Ronan y la Capilla del Penity, un conjunto arquitectónico impresionante con un campanario macizo y una hermosa nave.
Este pequeño
pueblo, de unos 3.900 habitantes, es conocido principalmente por su imponente
Calvario, uno de los más grandes y elaborados de Bretaña.
Se trata de
una obra maestra de la escultura religiosa bretona, que data del siglo XVI, con
más de 150 figuras talladas en granito que representan escenas de la vida de
Cristo.
El espectacular recinto parroquial de Pleyben es un conjunto arquitectónico compuesto por la iglesia, el osario, el campanario y, por supuesto, el calvario.
Pleyben se
encuentra en el corazón del Parque Natural Regional de Armorique, ofreciendo
oportunidades para el senderismo y la exploración de paisajes naturales.
Dinan
A unas dos
hores y media de Carnac, se encuentra Dinan, una espléndida ciudad medieval
fortificada. Es famosa por sus impresionantes murallas de 3 kilómetros, que la
rodean por completo y se pueden recorrer en gran parte.
La ciudad se
asienta sobre un promontorio que domina el estuario del río Rance, ofreciendo
vistas pintorescas, especialmente desde el puerto.
Su centro
histórico es un tesoro de arquitectura medieval, con calles empedradas y
numerosas casas de entramado de madera que datan de los siglos XV a XVIII. La
Rue du Jerzual es icónica, una calle empinada que desciende hasta el puerto del
río Rance, llena de talleres de artesanos.
Es recomendable la visita del Castillo de Dinan, una fortaleza del siglo XIV que forma parte de las murallas y alberga un museo. Y subir a la Torre del Reloj para obtener vistas panorámicas y observrvlos detalles de las casas con entramado de madera.
Un lugar
perfecto para una inmersión auténtica en la Edad Media, con un ambiente
tranquilo y un encanto indiscutible.
Saint Malo
Saint-Malo
es una espectacular ciudad portuaria amurallada situada en Bretaña, en la costa
noroeste de Francia. Es uno de los destinos más visitados de la región.
La parte
interior fue completamente reconstruida tras ser devastada en gran parte
durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la reconstrucción fue tan fiel
al estilo original que conserva todo su encanto medieval.
El paseo por
las murallas es una de las principales atracciones. Ofrece unas vistas
impresionantes de la ciudad, las playas, las islas cercanas y el océano,
especialmente con la marea alta.
La Catedral
de Saint-Vincent, también reconstruida, es una mezcla de estilos románico y
gótico, y alberga hermosas vidrieras.
Saint-Malo
es famosa por tener uno de los mayores rangos de marea de Europa. La diferencia
entre la marea alta y la marea baja es espectacular, transformando por completo
el paisaje marino y revelando vastas extensiones de arena y rocas.
Grand Bé, por ejemplo, es una pequeña isla rocosa accesible a pie durante la marea baja. Alberga la tumba del famoso escritor francés Chateaubriand, quien nació en Saint-Malo.
Petit Bé, o
Fort National son dos islas accesibles a pie con la marea baja, que cuentan con
una fortificación diseñada por Vauban.
A una hora
de Dinan, se encuentra el Mont Saint-Michel, una isla rocosa y una abadía
medieval que parece flotar en la bahía, Es uno de los sitios más icónicos y
visitados de Francia, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La pieza
central es la Abadía del Mont Saint-Michel, una maravilla arquitectónica que
combina estilos románico y gótico, construida a lo largo de varios siglos sobre
la cima de la roca. Destaca su "Merveille" (La Maravilla), la parte
gótica con sus niveles superpuestos que muestran una ingeniería y arquitectura
impresionantes.
A los pies
de la abadía se extiende un pequeño pueblo medieval con calles estrechas,
tiendas y restaurantes.
El Mont
Saint-Michel es famoso por las espectaculares mareas de su bahía, que lo
convierten en una isla durante las mareas altas y lo conectan con el continente
durante las bajas.
Además, ha
sido un importante centro de peregrinación desde la Edad Media.
Es un lugar
mágico y único, con una belleza sobrecogedora, especialmente al amanecer o al
atardecer, o cuando la marea sube y lo aísla del continente.
Colleville-sur-Mer
Este
municipio francès es conocido principalmente por su importancia histórica
durante la Segunda Guerra Mundial.
En el se
encuentra el Cementerio Estadounidense de Normandía, un cementerio
conmemorativo que rinde homenaje a los soldados estadounidenses que murieron
durante el desembarco de Normandía. Con vistas a la Playa de Omaha, una
de las cinco playas del desembarco, es un lugar de gran importancia histórica y
emocional.
Arromanches
En Arromanches-les-Bains se encuentra el Museo del Desembarco (Musée du Débarquement), que conmemora el desembarco de Normandía del 6 de junio de 1944 y la Batalla de Normandía. Inaugurado en 1954, fue el primer museo creado sobre este tema,.
En el museo se
cuenta la historia del puerto artificial de Arromanches en torno a una serie de
maquetas y con una vista directa sobre los vestigios del Puerto que todavía
quedan en la playa Gold Beach.
Honfleur
Honfleur es
una pintoresca y encantadora ciudad portuaria situada en el departamento de
Calvados, mundialmente famosa por su Vieux Bassin (Puerto Viejo), sus casas de
pizarra y madera, y su atmósfera que ha inspirado a numerosos artistas.
El Puerto
Viejo es el corazón de Honfleur y està rodeado de casas estrechas y altas con
fachadas de pizarra, el puerto está lleno de veleros y barcos de pesca, creando
una estampa vibrante y colorida. Fue este puerto el que inspiró a pintores
impresionistas como Claude Monet, Eugène Boudin y Johan Jongkind, formando la
"Escuela de Honfleur" que fue precursora del Impresionismo.
Es imprescindible la visita de la Iglesia de Santa Catalina (Église Sainte-Catherine), la iglesia de madera más grande de Francia, construida por carpinteros navales en el siglo XV. Su arquitectura recuerda a la de un barco invertido, con dos naves separadas y un campanario de madera construido aparte para evitar los incendios.
Se puede
visitar también el Musée Eugène Boudin. dedicado al pintor Eugène Boudin,
nacido en Honfleur. El museo alberga una colección de obras de artistas de la
Escuela de Honfleur, así como de otros pintores normandos.
Rouen
Rouen es la
histórica capital de Normandía, una ciudad con un rico pasado medieval y un
papel prominente en la historia de Francia, particularmente conocida por su
vínculo con Juana de Arco.
Es una
ciudad preciosa que alberga monumentos espectaculares, como la Catedral de
Notre-Dame de Rouen. Es una magnífica catedral de estilo Gótico
Flamígero, famosa por su fachada, inmortalizada en una serie de pinturas de
Claude Monet, mostrando los efectos de la luz en diferentes momentos del día.
Su aguja es la más alta de Francia.
La ciudad es
tristemente célebre por ser el lugar donde Juana de Arco fue juzgada y
quemada en la hoguera en 1431. La Place du Vieux Marché (Plaza del Viejo
Mercado) marca el lugar exacto de su martirio, con una moderna iglesia y una
cruz conmemorativa.
Uno de los
símbolos icónicos de la ciudad es el Gros Horloge, un gran reloj
astronómico del siglo XIV, con un impresionante arco renacentista.
Rouen, además,
conserva un gran número de casas medievales con entramado de madera, especialmente
en el casco antiguo, creando una atmósfera pintoresca.