diumenge, 20 de juliol del 2025

BRETAÑA Y NORMANDIA

Al oeste de París se encuentran dos bellísimaas regiones de Francia, la Bretaña y la Normandía.

Iniciamos el viaje en París, “la capital de la luz y el amor”, para dirigirnos hacía Nantes, a unas 4 horas de la capital, conocida como “ciudad de la fantasía y la historia industrial”.

Nantes

Nantes es una ciudad vibrante y dinámica situada a orillas del río Loira. Es conocida por su fascinante mezcla de historia, arte contemporáneo y un fuerte espíritu innovador.

Fue la capital histórica del Ducado de Bretaña y su pasado está fuertemente ligado a esta región, a pesar de que actualmente pertenece a la región de los Países del Loira.

Entre las sorpresas que esconde la ciudad, se encuentra el Castillo de los Duques de Bretaña. Es el monumento más emblemático. Una fortaleza medieval con un palacio ducal renacentista que alberga el Museo de Historia de Nantes, ofreciendo una visión completa del pasado de la ciudad y la región.

Y como no, la impresionante Catedral gòtica de Saint-Pierre y Saint-Paul. O el Passage Pommeraye, una magnífica galería comercial cubierta, un ejemplo de la arquitectura del siglo XIX.

Pero si hay algo verdaderamente encantador, es perderse por el Barrio Bouffay, el corazón medieval de Nantes, con estrechas calles y bellísimas casas con entramado de madera.

Si se dispone de tiempo es muy recomendable acercarse a la Isla de Nantes, un antiguo centro industrial y portuario, en donde hoy se encuentra Les Machines de l'Île (Las Máquinas de la Isla). Es la atracción más singular y famosa de Nantes. Inspirada en los mundos de Julio Verne (que nació en esta ciudad) y en su historia industrial, presenta criaturas mecánicas gigantes, como el Gran Elefante y el Carrusel de los Mundos Marinos. Es un espacio de creación artística y tecnológica.

También puede visitarse Le Lieu Unique, la antigua fábrica de galletas "LU", convertida hoy en un vibrante centro cultural multidisciplinar.

Obviamente, también se puede pasear a lo largo de los muelles y ver cómo el río ha moldeado la historia económica de la ciudad como un importante puerto. Y, por supuesto, disfrutar de una rica gastronomía con productos del mar, crêpes y galettes, así como los vinos de la región.

Nantes es una ciudad que sorprende por su dinamismo, su compromiso ecológico (ha sido Capital Verde Europea) y su capacidad para fusionar el patrimonio histórico con una vanguardia artística y creativa.

Vannes

Vannes es una encantadora ciudad medieval y es la capital del departamento de Morbihan. Es conocida por su bien conservado centro histórico, su puerto deportivo y su vibrante atmósfera.

Es una de las pocas ciudades de Bretaña que conserva una gran parte de sus murallas medievales, que datan de los siglos XIII al XVII. Se puede pasear por un tramo de estas murallas y disfrutar de unas vistas preciosas de los jardines que hay a sus pies.

El corazón de Vannes es un laberinto de calles adoquinadas llenas de casas con entramado de madera de colores, algunas de ellas muy antiguas (siglos XV y XVI). En el centro se encuentra La Place des Lices, en donde antiguamente se celebraban torneos y mercados.



También posee la imponente Catedral de Saint-Pierre, que presenta una mezcla de estilos arquitectónicos, predominando el gótico. Alberga la tumba de San Vicente Ferrer, patrón de la ciudad.

Además, Vannes se abre a un hermoso puerto que da a la bahía de Morbihan, un mar interior de 12 000 hectáreas salpicado de numerosas islas e islotes. Este golfo es una de las maravillas naturales de Bretaña y un paraíso para la navegación y la observación de aves.

Carnac


Carnac es una localidad costera conocida mundialmente por ser el hogar de Los Alineamientos de Carnac, las concentraciones de monumentos megalíticos prehistóricos más importantes del mundo.

Se trata de miles de menhires y dólmenes dispuestos en largas filas paralelas. Se cree que fueron erigidos entre el 5000 y el 3000 a.C. mucho antes que las pirámides de Egipto.


Las alineaciones más famosas incluyen Le Ménec, Kermario y Kerlescan. El Túmulo de Saint-Michel y el Gigante de Manio (un menhir de 6,5 metros de altura) son otros sitios destacados.

Aunque existen muchas teorías (astronómicas, religiosas, ceremoniales), el propósito exacto de estas construcciones sigue siendo un misterio, lo que les confiere un aura de enigma fascinante.

Es muy recomendable la visita al Museo de la Prehistoria, indispensable para entender la magnitud de los alineamientos y aprender sobre las civilizaciones que los construyeron, exhibiendo artefactos y hallazgos de la zona.

Además de su riqueza prehistórica, Carnac es también una popular estación balnearia con hermosas playas de arena fina, como la "Grande Plage" perfectas para el descanso y las actividades acuáticas.

Concarneaux



Concarneau es una encantadora ciudad portuaria situada en la costa sur de Bretaña, en el departamento de Finisterre. Es famosa por su "Ville Close" (Ciudad Cerrada), una ciudad fortificada medieval que se asienta sobre un islote en el Puerto, y que es uno de los sitios más visitados de Bretaña.

Originalmente fue una fortaleza romana, però las actuales fortificaciones datan de los siglos XIV al XVI. Fue un importante centro de defensa y comercio marítimo.

Dentro de las murallas, se encuentra un laberinto de calles estrechas y empedradas, llenas de casas antiguas, tiendas de artesanía, creperías y restaurantes.

En su interior también se encuentra el Museo de la Pesca, uno de los más importantes de Francia dedicados a la pesca. 

Quimper


Capital de Cornualles y una de las ciudades más antiguas de Bretaña, Quimper es famosa por su cerámica y su casco antiguo medieval.

Vale la pena detenerse, aunque solo sea para ver la Catedral de Saint-Corentin, una impresionante catedral gótica con vidrieras espectaculares. Su característica más distintiva es la ligera curvatura de su nave, que muchos atribuyen a la necesidad de adaptarse al terreno.


Es recomendable perderse por el Barrio de Locmaria, un antiguo barrio de alfareros, donde aún se pueden encontrar talleres tradicionales de la famosa loza de Quimper.

Puede visitarse también el Museo Departamental Bretón, ubicado en el antiguo palacio episcopal, y que alberga colecciones de arte y tradiciones bretonas, incluyendo trajes, muebles y objetos de cerámica.


Y si se dispone de tiempo, un relajante paseo en barco o a pie por las orillas del río Odet, el "más bello río de Francia".

Quimper es, además, un excelente lugar para degustar las crêpes y galettes bretonas en una de sus muchas crêperies.


Locronan


Locronan es un tesoro arquitectónico que parece detenido en el tiempo. Clasificado como uno de los "Pueblos Más Bonitos de Francia", ha servido de escenario para numerosas películas debido a su autenticidad.  Es un pueblo pequeño, de unos 800 habitantes.

Lo caracterizan sus casas de granito de los siglos XV y XVI, la iglesia de Saint-Ronan y la Capilla del Penity, un conjunto arquitectónico impresionante con un campanario macizo y una hermosa nave.

 Pleyben


Este pequeño pueblo, de unos 3.900 habitantes, es conocido principalmente por su imponente Calvario, uno de los más grandes y elaborados de Bretaña.

Se trata de una obra maestra de la escultura religiosa bretona, que data del siglo XVI, con más de 150 figuras talladas en granito que representan escenas de la vida de Cristo.

El espectacular recinto parroquial de Pleyben es un conjunto arquitectónico compuesto por la iglesia, el osario, el campanario y, por supuesto, el calvario.

Pleyben se encuentra en el corazón del Parque Natural Regional de Armorique, ofreciendo oportunidades para el senderismo y la exploración de paisajes naturales.

Dinan


A unas dos hores y media de Carnac, se encuentra Dinan, una espléndida ciudad medieval fortificada. Es famosa por sus impresionantes murallas de 3 kilómetros, que la rodean por completo y se pueden recorrer en gran parte.

La ciudad se asienta sobre un promontorio que domina el estuario del río Rance, ofreciendo vistas pintorescas, especialmente desde el puerto.

Su centro histórico es un tesoro de arquitectura medieval, con calles empedradas y numerosas casas de entramado de madera que datan de los siglos XV a XVIII. La Rue du Jerzual es icónica, una calle empinada que desciende hasta el puerto del río Rance, llena de talleres de artesanos.


Es recomendable la visita del Castillo de Dinan, una fortaleza del siglo XIV que forma parte de las murallas y alberga un museo. Y subir a la Torre del Reloj para obtener vistas panorámicas y observrvlos detalles de las casas con entramado de madera.


Un lugar perfecto para una inmersión auténtica en la Edad Media, con un ambiente tranquilo y un encanto indiscutible. 

Saint Malo


Saint-Malo es una espectacular ciudad portuaria amurallada situada en Bretaña, en la costa noroeste de Francia. Es uno de los destinos más visitados de la región.

La parte interior fue completamente reconstruida tras ser devastada en gran parte durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la reconstrucción fue tan fiel al estilo original que conserva todo su encanto medieval.

El paseo por las murallas es una de las principales atracciones. Ofrece unas vistas impresionantes de la ciudad, las playas, las islas cercanas y el océano, especialmente con la marea alta.





La Catedral de Saint-Vincent, también reconstruida, es una mezcla de estilos románico y gótico, y alberga hermosas vidrieras.


Saint-Malo es famosa por tener uno de los mayores rangos de marea de Europa. La diferencia entre la marea alta y la marea baja es espectacular, transformando por completo el paisaje marino y revelando vastas extensiones de arena y rocas.





Grand Bé, por ejemplo, es una pequeña isla rocosa accesible a pie durante la marea baja. Alberga la tumba del famoso escritor francés Chateaubriand, quien nació en Saint-Malo.

Petit Bé, o Fort National son dos islas accesibles a pie con la marea baja, que cuentan con una fortificación diseñada por Vauban.

 Mont Saint-Michel


A una hora de Dinan, se encuentra el Mont Saint-Michel, una isla rocosa y una abadía medieval que parece flotar en la bahía, Es uno de los sitios más icónicos y visitados de Francia, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La pieza central es la Abadía del Mont Saint-Michel, una maravilla arquitectónica que combina estilos románico y gótico, construida a lo largo de varios siglos sobre la cima de la roca. Destaca su "Merveille" (La Maravilla), la parte gótica con sus niveles superpuestos que muestran una ingeniería y arquitectura impresionantes.


A los pies de la abadía se extiende un pequeño pueblo medieval con calles estrechas, tiendas y restaurantes.

El Mont Saint-Michel es famoso por las espectaculares mareas de su bahía, que lo convierten en una isla durante las mareas altas y lo conectan con el continente durante las bajas.

Además, ha sido un importante centro de peregrinación desde la Edad Media.

Es un lugar mágico y único, con una belleza sobrecogedora, especialmente al amanecer o al atardecer, o cuando la marea sube y lo aísla del continente.

Colleville-sur-Mer


Este municipio francès es conocido principalmente por su importancia histórica durante la Segunda Guerra Mundial.

En el se encuentra el Cementerio Estadounidense de Normandía, un cementerio conmemorativo que rinde homenaje a los soldados estadounidenses que murieron durante el desembarco de Normandía. Con vistas a la Playa de Omaha, una de las cinco playas del desembarco, es un lugar de gran importancia histórica y emocional.


Arromanches

En Arromanches-les-Bains se encuentra el Museo del Desembarco (Musée du Débarquement), que conmemora el desembarco de Normandía del 6 de junio de 1944 y la Batalla de Normandía. Inaugurado en 1954, fue el primer museo creado sobre este tema,.


En el museo se cuenta la historia del puerto artificial de Arromanches en torno a una serie de maquetas y con una vista directa sobre los vestigios del Puerto que todavía quedan en la playa Gold Beach.

Honfleur


Honfleur es una pintoresca y encantadora ciudad portuaria situada en el departamento de Calvados, mundialmente famosa por su Vieux Bassin (Puerto Viejo), sus casas de pizarra y madera, y su atmósfera que ha inspirado a numerosos artistas.


El Puerto Viejo es el corazón de Honfleur y està rodeado de casas estrechas y altas con fachadas de pizarra, el puerto está lleno de veleros y barcos de pesca, creando una estampa vibrante y colorida. Fue este puerto el que inspiró a pintores impresionistas como Claude Monet, Eugène Boudin y Johan Jongkind, formando la "Escuela de Honfleur" que fue precursora del Impresionismo.




Es imprescindible la visita de la Iglesia de Santa Catalina (Église Sainte-Catherine), la iglesia de madera más grande de Francia, construida por carpinteros navales en el siglo XV. Su arquitectura recuerda a la de un barco invertido, con dos naves separadas y un campanario de madera construido aparte para evitar los incendios.



Se puede visitar también el Musée Eugène Boudin. dedicado al pintor Eugène Boudin, nacido en Honfleur. El museo alberga una colección de obras de artistas de la Escuela de Honfleur, así como de otros pintores normandos.

Rouen


Rouen es la histórica capital de Normandía, una ciudad con un rico pasado medieval y un papel prominente en la historia de Francia, particularmente conocida por su vínculo con Juana de Arco.

Es una ciudad preciosa que alberga monumentos espectaculares, como la Catedral de Notre-Dame de Rouen. Es una magnífica catedral de estilo Gótico Flamígero, famosa por su fachada, inmortalizada en una serie de pinturas de Claude Monet, mostrando los efectos de la luz en diferentes momentos del día. Su aguja es la más alta de Francia.

  

              

La ciudad es tristemente célebre por ser el lugar donde Juana de Arco fue juzgada y quemada en la hoguera en 1431. La Place du Vieux Marché (Plaza del Viejo Mercado) marca el lugar exacto de su martirio, con una moderna iglesia y una cruz conmemorativa.

Uno de los símbolos icónicos de la ciudad es el Gros Horloge, un gran reloj astronómico del siglo XIV, con un impresionante arco renacentista.


Rouen, además, conserva un gran número de casas medievales con entramado de madera, especialmente en el casco antiguo, creando una atmósfera pintoresca.